Texto: Rafa Mérida
A estas alturas de la vida, quién no se ha zampado un buen spoiler? Los spoilers han sido desde siempre esa revelación inesperada, ese dato que te suelta tu cuñado sin mucha maldad, pero que te arruina absolutamente el final de una película, una serie o una saga entera. Pero lo curioso es que, en ocasiones, los spoilers no vienen de un amigo bocazas ni de un titular desafortunado: vienen de la propia película. Ya sea en el título, en el cartel o incluso en el tráiler, hay casos en los que las propias productoras han sido las principales saboteadoras de su historia.
En la época de internet y con la llegada de las grandes sagas de series, uno ya tenía miedo de entrar los lunes a Twitter para que no me destripasen a quién habían matado en Juego de Tronos, en The Walking Dead o Lost.
En este artículo repasamos algunos de los spoilers más infames, absurdos y, por qué no decirlo, divertidos, que se han colado en la cultura pop. Desde los que reventaron un final legendario hasta los que estaban ocultos a plena vista, como una broma cruel del destino… o del departamento de marketing.

Terminator II: ¿Arnold es el bueno o el malo?
Me gustaría empezar con uno de los peores para mí, y el que me dio la inspiración para escribir este artículo. Corría el año 1991 y en aquella época había pocas que me flipasen más que el cine de Ciencia Ficción, los videoclips y la música Heavy…
Imagináos por un momento lo que supuso para mí el lanzamiento del videoclip de You could be mine, la canción de Guns N’ Roses con su videoclip oficial de la película Terminator 2. Recuerdo que me lo grabé en una cinta VHS y contaba los días para el estreno de la peli, la cual vi 2 veces seguidas en la misma tarde en los cines Alameda en Málaga. Para el anecdotario de la infamia, en la sala grande del cine ponían El Robobo de la Jojoya, y nosotros estábamos en una sala pequeña con la pantalla prácticamente pegada a la cara. Ni que decir tiene que es mi película favorita de todos los tiempos, y con el tiempo he ido comprendiendo cómo el marketing le jugó una mala pasada al bueno de James Cameron y le estropeó el gran truco de magia que nos tenía preparado.

¿A qué me refiero exactamente? Al mayor spoiler de la historia de la Humanidad. Como todos sabemos, en la primera de Terminator, Schwarzenegger es el malo malísimo, el robot que no se detiene ante nada y cuya misión es matar a Sarah Connor y borrar de la historia a su futuro hijo John. Cuando anuncian que se va a estrenar la segunda parte, todos flipando en colores con los efectos especiales de la hostia, estuvimos tragándonos una y otra vez el videoclip de los Guns llenito a rebosar de spoilers. En el videoclip se ve que ya Arnold no es el Terminator malo, sino uno bueno que ayuda a John Connor y a su madre, la mujer que se quita las bragas a pedos, Sarah Connor. Y que resulta que el villano es un caucásico con cara de bueno y vestido de poli, hecho de metal líquido, que es mortífero a más no poder… Bueno, es que te contaban toda la película sin dejarse casi nada, incluso el Sayonara Baby.
Resulta que James Cameron había preparado la puesta en escena para darnos una sorpresa maravillosa. Todas las escenas que transcurren hasta el encuentro entre el T-800 y John en el centro comercial están pensadas para que no sepamos hasta ese momento que Arnold es el bueno. Sin esmerarnos en los detalles, la verdadera revelación se produce en la galería, en el centro comercial, cuando John se encuentra en el pasillo con los 2 cyborgs. Si os fijás la próxima vez que la veáis, John se horroriza al ver al T-800 aparecer con la recortada camuflada en un ramo de flores, y quiere correr hacia el policía. Siempre he pensado que ese era el momento que había escogido el director para hacernos a nosotros la misma revelación que a John.
Pero claro, a estas alturas, ya estábamos harticos de ver en videoclips, trailers, reportajes las escenas de persecuciones, tiroteos, peleas, y que John iba con Arnold. Además, ese Arnold sonriendo, «omeporfavó…» hoy podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que el marketing arruinó esa sorpresa para toda la vida provocando uno de los peores spoilers de la historia del cine.



Carteles: Los greatest hits del spoiler
Si hay algo que ayuda especialmente a spoilear una entrega de cine son los posters publicitarios. Quizá el más famoso es el póster de El Planeta de los Simios, que desvelaba la Estatua de la Libertad, arruinando el giro de guion especial en la última escena de la peli, porque la trama está preparada para que hasta ese momento pensemos que estamos en un lejano planeta, no en La Tierra…

Otros carteles famosos por sus spoilers son Terminator Genesis, donde desvelan que John Connor es un cyborg también. Resulta curioso la cantidad de spoilers que hay en esta saga, la verdad.
O como Thelma & Louise, donde en Sudamérica, además de lucirse con la traducción, colocaron en el cartel una polaroid con la tremenda escena final.

Esto de las traducciones es muy recurrente en China, donde por ejemplo el cartel de El Sexto Sentido se traducía como «Él es un fantasma».

Otra chinada por el estilo es The Faculty, que fue traducida como «Los profesores no son humanos». No es el único país donde la lían: en Japón, la primera parte de Los Vengadores venía con el subtítulo «Avengers Aniquilados”.



Ya sabéis lo mala que me pareció Prometheus, que además ya en el cartel desvelaba la explosión de una nave muy importante para la saga.

Otro al que no trago es J.A. Bayona, el director español más sobrevalorado de este siglo. Antes de fastidiar para siempre la saga Jurassic Park, Bayona en su ópera prima, Lo Imposible, ya desvelaba en el cartel que la familia se reencontraría después de pasar tantísimas penas en Tailandia.

O mi queridísima Rocky IV, que también nos daba una pista en el cartel de quién ganaría el combate final. Y en Carrie, donde nadie podía sospechar viendo el póster lo que sucedería en el desenlace.


Otras veces, el espoileo va más allá y anida ya en el propio título de la película. Por ejemplo, El Único Superviviente, con Mark Wahlberg.


O cuando incluyen alguna frase que literalmente te revienta toda la historia. Sí, hablamos de El Juego de Ender, en cuyo póster rezaba: «Esto no es un juego». Efectivamente, al final no se trataba de una simulación.
Un spoiler clásico es Rosemary’s Baby, de Roman Polanski, que en España tuvieron la genial idea de traducirlo como La semilla del Diablo. Ya tenemos claro de quién era el hijo de Rosemary, ¿no?

En otras ocasiones, los spoilers son tan inevitables que ya forman parte de la cultura pop. El ejemplo más clásico, el «Yo soy tu padre» de El Imperio Contraataca. Hoy día, aunque no hayas visto ninguna de las películas, es de dominio público ese hecho, cuando además la frase no se pronunciaba de esa manera. En el merchandising también son comunes estas metidas de pata. Por ejemplo, en Vengadores Endgame fue LEGO quien filtró escenas que no se habían visto. O cuando en Batman vs. Superman, un set de Funko reveló a Doomsday semanas antes del estreno.

Trailers que destripan sin piedad
Casi tan malo como un mal poster es que te espoileen con el trailer de la película. Por ejemplo, en Náufrago nos muestran como el bueno de Tom Hanks vuelve a casa… WTF? En Terminator Salvation y Terminator Genesis se desvelan cuáles personajes son cyborgs, por si no te habías enterado tras ver el cartel. Y en Quarantine, el remake USA de Rec, el trailer muestra directamente la escena final de la película.

Cuando se trata de tener estilo y guardar las sorpresas, desde siempre me he quitado el sombrero con películas como Seven, que ni siquiera citaba entre el reparto al asesino, Kevin Spacey. Parece premonitorio que se anticipasen tantísimo a la cancelación del actor.
O Abierto hasta el Amanecer, donde el género de la película hubiese sido un gancho en el póster.



También me gusta el tratamiento que se da en películas como Los Otros, El Sexto Sentido, El Protegido o El Club de la Lucha, donde hay grandes giros finales, pero en sus posters no hay spoilers ni nada que te haga arruinar la experiencia.
En definitiva, los spoilers son como ese colega que te cuenta el final de todo aunque nadie le haya preguntado. Y a veces, ese colega resulta ser el propio estudio de cine. Aunque pensándolo bien, si has llegado hasta aquí, ya te he «espoileado» media historia del cine.
Pero tranquilo, que no serán los últimos que te comerás… Y si el departamento de marketing de Terminator 2 sobrevivió a su cagada, tú también puedes con esto.
Eso sí, si eres de los que aún se cabrea por un spoiler… te aviso desde ya: en el número 15 de esta revista morirá un personaje importante.
Spoiler hecho. Cierre también. Nos vemos en la próxima.
