Nos ha dejado Antonio Gala, el vivo ejemplo de un amor apasionado por nuestra tierra. Su vida y su obra son un homenaje a la grandeza de Andalucía, a su cultura diversa y a su gente acogedora.
Gala nos ha mostrado que el amor por nuestra tierra natal puede ser una fuente inagotable de inspiración y un motor para luchar por su arte. A través de su prosa poética y su habilidad para pintar con palabras, nos sumerge en la esencia misma nuestros campos de olivos ondulantes; los patios llenos de flores, las calles estrechas y empedradas de los pueblos andaluces nos transportan a un mundo de colores, aromas y sonidos únicos.
Que su legado nos anime a amar y valorar nuestras raíces, tal como él lo hizo y nos dejó plasmado para siempre en sus obras.
Colectivo La Araña.
Foto: Esther Rebola.